La ortodoncia invisible es un tipo de tratamiento que utiliza alineadores transparentes y removibles para corregir problemas de alineación dental sin necesidad de brackets o alambres metálicos.
La ortodoncia invisible utiliza alineadores personalizados que ejercen presión gradual en los dientes, moviéndolos hacia su posición correcta a lo largo del tiempo.
La duración del tratamiento varía según las necesidades individuales de cada paciente. Sin embargo, en promedio, suele durar entre 6 meses y 2 años.
Los beneficios de la ortodoncia invisible incluyen su apariencia estética, comodidad, removibilidad para comer, facilidad para cepillarse los dientes al no llevar brackets fijos y la ausencia de alambres metálicos que pueden causar molestias. Además, también evitamos urgencias que son habituales con la ortodoncia fija, como la caída de brackets, pincha el arco…
La ortodoncia invisible se puede hacer en todos los casos, tanto en adultos, como en adolescentes, como en niños. Según la complejidad del caso, se necesitarán elementos auxiliares como micro tornillos, botones, algunos brackets… combinando ambas técnicas.
Es normal sentir cierta presión o molestia al cambiar a un nuevo juego de alineadores, pero esta sensación suele desaparecer rápidamente. En general, la ortodoncia invisible no es dolorosa y no produce la incomodidad de los brackets tradicionales.
Para obtener resultados óptimos, se recomienda usar los alineadores de ortodoncia invisible al menos 20-22 horas al día, quitándolos solo para comer y cepillarse los dientes.
No, se recomienda quitar los alineadores antes de comer para evitar dañarlos. Es importante mantener una buena higiene oral antes de volver a colocarlos.
El número de visitas de seguimiento depende del caso individual, pero generalmente son menos frecuentes que las visitas requeridas con los brackets tradicionales. Se programarán citas de seguimiento para revisar el progreso y recibir nuevos juegos de alineadores.
Sí, después de completar el tratamiento de ortodoncia invisible, se recomienda el uso de retenedores para mantener los dientes en su nueva posición. Los retenedores pueden ser removibles o fijos, y tu ortodoncista te brindará las recomendaciones adecuadas.
